¿A cuántos de nosotros no nos ha pasado alguna vez que no vamos al médico por miedo a recibir malas noticias?

Michael J. Gelb resume el problema así: "Pensar que la causa de un problema se puede eliminar ignorándola, es una negación de la realidad”.

En esta ocasión, traemos a nuestro Blog de Salud 360º un problema psicológico que frecuentemente nos impide conseguir nuestros objetivos no solo en la alimentación sino en numerosos aspectos de nuestra vida: el efecto avestruz. Este artículo pretende agitar las neuronas y provocar una reflexión sobre cambios positivos que podemos hacer en nuestras vidas.

En el complejo mundo de la nutrición y la salud, existen diversos factores que influyen en nuestros hábitos alimenticios y en nuestra percepción de lo que es saludable. Uno de estos factores, conocido como el efecto avestruz, puede estar contribuyendo de manera significativa a la epidemia global de obesidad.

¿Qué es el efecto avestruz?

El efecto avestruz, es un fenómeno psicológico en el que las personas tienden a ignorar o minimizar información negativa o amenazante, en lugar de enfrentarse o lidiar con ella de manera adecuada. Este término se deriva del mito de que los avestruces entierran la cabeza en la arena cuando se sienten amenazados, aunque curiosamente los avestruces no hacen eso en la realidad.

En definitiva, el efecto avestruz actúa como un escudo psicológico que esconde los problemas con la esperanza de que se solucionarán solos, produciendo un alivio temporal. Pero nuestra mente sabe que el problema no se ha resuelto, por lo que a la larga se genera tensión e infelicidad.

Algunos ejemplos reales donde las personas caen en la táctica del avestruz.

El efecto avestruz fue inicialmente observado por los investigadores Dan Galai y Orly Sade, cuando vieron que los inversores en bolsa revisaban más los indicadores económicos cuando la bolsa iba bien que cuando iba mal. Evitaban inconscientemente las malas noticias.

Otros ejemplos ponen el foco en que debemos afrontar los problemas para lograr superarlos. Así, un estudio llevado a cabo en Finlandia reveló que las personas que se plantean ahorrar energía, pero no supervisan el consumo de electricidad de su hogar, no son capaces de actuar para reducir su consumo. Sin analizar y reconocer el problema no podremos actuar.

Un estudio realizado en la Universidad de Minnesota, por ejemplo, reveló que el 20% de las personas que se inscribieron a un programa para perder peso jamás se habían pesado, lo cual indica que evitaban las señales confirmatorias del problema.

Otro estudio muy interesante fue realizado por investigadores de la Universidad de Stanford. Se descubrió que las personas tienden a subestimar su ingesta calórica y a exagerar su nivel de actividad física real, lo que puede contribuir al desarrollo de la obesidad.

El efecto avestruz y la alimentación.

En el contexto de la obesidad, el efecto avestruz puede manifestarse de varias maneras. Por ejemplo, las personas tienden a ignorar las advertencias sobre los riesgos para la salud asociados con una mala alimentación y el exceso de peso. En lugar de abordar estos problemas de frente, muchos optan por ignorarlos o minimizar su importancia.

Negación de la realidad.

Las personas pueden negar la gravedad de su situación de salud o incluso justificar su peso excesivo con racionalizaciones como "tengo una constitución grande", "es mi genética", "todos mis familiares son gordos", "nunca podré perder peso de todos modos" o "me pesan mucho los huesos".

La importancia de enfrentarse a la realidad.

Es fundamental reconocer y abordar el efecto avestruz cuando se trata de la obesidad. Ignorar los problemas relacionados con el peso y la alimentación solo sirve para perpetuar el ciclo de mala salud y aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer.

¿Cómo superar el efecto avestruz?. Conclusiones

El efecto avestruz puede ser un obstáculo significativo en la lucha contra la obesidad y otras enfermedades relacionadas con la alimentación. Reconocer este problema y tomar medidas para superarlo es esencial para promover una mejor salud y bienestar para todos

Superar el efecto avestruz requiere un cambio fundamental en la forma en que abordamos la salud y la alimentación. Esto incluye:

• Reconocer la realidad de nuestra situación de salud.
• Educarnos sobre nutrición adecuada
• Adoptar hábitos de vida saludables, como una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio.

El éxito llegará cuando:

• El pensamiento o la idea venga acompañado de una acción de cambio y mejora. ¡De otro modo sería como bailar para que llueva!
• Ser perseverantes en alcanzar los objetivos. Se dice que los niños superdotados basan su éxito en su perseverancia, más que en su inteligencia.